Una cita sensual en las caballerizas.
Cuero calentado al galope, verde verdor en el aire. Se suda la gota gorda al apretar al semental, respirando al unísono. Luego, la recompensa de un melocotón madurado al sol, los cascos haciendo crujir el mar de lirios silvestres del valle bajo el árbol. Nunca lejos de una cita ilícita en los establos sobre un lecho de heno.
El valor no es no tener miedo a ser arrojado. Es volver a la silla de montar cuando te tiran.
Notas: hierba, durazno, bergamota, lirio de los valles, cuero, vetiver, ámbar, almizcle, tabaco.