Un durazno muy jugoso | Frutal floral gourmand
Un melocotón muy jugoso para los juegos de poder del Renacimiento. Un apuesto ladron sale del huerto pregonando una exuberancia de frutas salaces: melocotón, guayaba y prunella. La cremosidad de la vainilla y el caramelo hace la boca agua. El lirio crea una pelusa aterciopelada bajo cielos renacentistas. La maquiavélica trama se complica con la aparición de las especias: cardamomo, jengibre y canela.
La corteza amenaza con convertirse en madera; estas dagas ambarinas son duras. Con un sorbo de amaretto se recuerda que incluso el hueso de un melocotón dulce puede ser venenoso.
Notas: Durazno, guayaba, nectarina, amaretto, lirio, cardamomo, jengibre, canela, corteza, ámbar, vainilla, caramelo, almizcles.